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UNA LIGA QUE SE PUDO GANAR

alineación 5/04/1936
 
DE PIE: Lángara, Óscar, Sirio, "Herrerita", Soladrero, Castro
AGACHADOS: Riera, Laviada, Pena, Gallart y "Emilín"; METROPOLITANO (5/04/1936)

            La temporada 1935/36 presentaba entre los candidatos al título liguero al Oviedo (incluso la predicción del famoso vidente ruso de la época Aris le daba como campeón). Era la tercera del club en la máxima categoría y el tercer puesto de la anterior junto a una efectividad goleadora de la "delantera eléctrica" la segunda—, temible para todos sus rivales, le daban como uno de los favoritos a poco que se mejorase el también alto número de goles que encajaba el equipo. La delantera cumplió con las expectativas y proclamó al Oviedo como máximo goleador de la categoría con 63 goles en 22 partidos, LÁNGARA máximo goleador de nuevo del campeonato con 27 goles bien secundado por otros («HERRERITA» anotó 15) pero la portería azul volvió a ser batida demasiadas veces (47 goles encajados).

            Las dos visitas oviedistas a la capital de España iban a resultar claves por motivos bien distintos.

            En la jornada 8ª (29/12/1935) visitó el viejo campo de Chamartín en un partido que quedaría marcado para siempre en la memoria de los que tuvieron la suerte de presenciarlo. La mencionada debilidad defensiva propició que el Madrid se pusiese con un aplastante 3-0 a favor (LECUE, el «EMILÍN» madridista y LUIS REGUEIRO anotaron antes del descanso). La reacción hizo que en un segundo tiempo de auténtica locura, LÁNGARA y CASUCO marcasen para poner un amenazador 3-2 en el marcador. LUIS REGUEIRO anotaría de nuevo antes de que dos tantos de «HERRERITA» empatasen el encuentro a cuatro goles. La ofensiva sobre la portería "merengue" fue memorable. Pero cuando el encuentro parecía acabado, un postrero gol de los blancos, obra de SAÑUDO, hizo que el resultado final fuese de 5-4. Un buen ejemplo de las virtudes y defectos de aquel equipo.

            La segunda visita capitalina se produjo al final de Liga. El Oviedo había estado toda la competición en la zona media-alta de la tabla clasificatoria, si bien no lograba meterse de lleno en la disputa por el título. Pero una buena racha de resultados con tres victorias consecutivas (2-1 frente al Barcelona en casa, 1-5 en la visita al campo del Español y una nueva victoria en Buenavista por 1-0 frente al Madrid con gol de «HERRERITA») colocaron la tabla a falta de tres jornadas así de apretada:

 
1.
At. Bilbao
26 ptos.
2.
Madrid F.C.
25 ptos.
3.
Oviedo F.C.
24 ptos.
4.
Racing Santander
24 ptos.
 

            Los azules tenían un calendario teóricamente favorable pues debían rendir visita consecutivamente a dos equipos de la cola (a la postre serían los dos que descenderían: At. Madrid y Osasuna) antes de terminar recibiendo a un Valencia que estaba en mitad de la tabla. Además la penúltima jornada registraría un enfrentamiento directo entre At. Bilbao y Madrid.

            La sorpresa decepcionante se produjo en esa jornada 20ª (5/04/1936) cuando en el desaparecido Metropolitano un Athletic de Madrid (denominación durante aquellos años) colista y virtualmente descendido derrotó a los oviedistas por un sorprendente 3-0. La lesión de LÁNGARA no perecía motivo suficiente para esa debacle.

            Pese a vencer en Pamplona (4-5) y cerrar la competición con una nueva victoria sobre el Valencia (4-3), los oviedistas tuvieron de conformarse con la tercera plaza a tres puntos del campeón, el At. Bilbao.

            La paradoja final llegó tres años más tarde cuando quien logró esa victoria sorpresa que privó al Oviedo de gran parte de sus opciones de proclamarse campeón (con esos 2 puntos, al menos hubiese sido subcampeón) fue el gran beneficiado por la dispensa concedida por los destrozos que la guerra había ocasionado en Buenavista. Y es que para ocupar la vacante se jugó un partido en Valencia entre los dos descendidos, venciendo el At. Aviación (producto de la fusión del Athletic de Madrid descendido y del equipo del Aviación) por 3-1 a Osasuna. Fue un ascenso de despacho y sirvió para que quien debería haber iniciado la reanudación del campeonato liguero en 2ª división se proclamase campeón de las dos primeras ligas tras la Guerra Civil.

 
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