POLÉMICO 3-5 EN EL NOU CAMP

            El Real Oviedo había realizado una remontada en los últimos partidos de la temporada 1960/61 (dos victorias consecutivas en casa frente al R. Mallorca y al At. Bilbao por 1-0 y 2-0 respectivamente) que le llevaron a depender de sí mismo en la última jornada, si no para salvarse del descenso a 2ª división, sí al menos para eludir ese descenso y jugarse la permanencia en 1ª división en la promoción, algo que se hubiese firmado pocas semanas antes cuando a tres jornadas del final era penúltimo y la vuelta a 2ª división parecía irremediable. El inconveniente era la dificultad que suponía ese partido final a jugar a domicilio frente al Barcelona, campeón de la Liga anterior. Además, los azules no conocían la victoria a domicilio en toda la campaña, habiendo sumado un único punto como visitantes, merced al empate en el campo del colista Granada.

            La clasificación por la zona baja tras la penúltima jornada (29ª) había quedado de la siguiente manera:

            Con esta situación, quedaba por determinar quien acompañaba al ya matemáticamente descendido Granada a segunda y qué dos equipos promocionaban para salvar la categoría.

            De los otros implicados, tres jugaban en casa. El Elche vencería cómodamente al Valencia (4-1) evitando con ello el descenso automático, el R. Valladolid haría lo propio frente al R. Mallorca (2-0) y el R. Santander (todavía no había recuperado el nombre de Racing) lograría el punto que necesitaba para salvarse de toda implicación en los dos puestos de descenso y los dos de promoción al empatar contra el R. Madrid (1-1). El Español tenía una remota posibilidad de verse implicado en la promoción si todo iba en su contra (victorias de los demás y derrota suya) y jugaba fuera, en Bilbao, frente a unos locales que no se jugaban nada; pese a necesitar sólo un punto para evitar toda clase de posibles problemas, venció por 2-3.

            Los azules estaban pasando apuros desde el inicio de temporada, sobre todo por la escasez anotadora, lo que había obligado al consabido cambio de entrenador y a buscar refuerzos. La cesión por parte del R. Madrid de LUIS ARAGONÉS a mediados de campaña iba a resultar determinante. LUIS era una joven promesa que no encontraba acomodo dentro del fantástico equipo que tenían los merengues, lo que le hacía deambular de cesión en cesión. Tras una primera en el Recreativo de Huelva (1958/59) y una segunda en el Hércules (1959/60), había iniciado la temporada 1960/61 en 2ª división en el Plus Ultra, una especie de filial de los madridistas. El cambio a mitad de temporada iba a suponer su debut en la máxima categoría del fútbol nacional defendiendo la elástica oviedista. Después vendría su traspaso al R. Betis antes de convertirse en toda una institución en el At. Madrid.

            Aquel 30 de abril de 1961, en la decisiva jornada 30ª, una brillantísima actuación de LUIS (anotó 3 goles) llevó en volandas a los oviedistas que derrotaron por 3-5 al Barcelona en su feudo, eludiendo el descenso directo. Los barcelonistas alinearon a «RODRI» II, OLIVELLA, «RODRI», PINTO, GRACIA, MARAÑÓN, TEJADA, RIBELLES, MARTÍNEZ, VILLAVERDE y CZIBOR. Por el Oviedo jugaron CALDENTEY, «TONI», ALARCÓN, MARIGIL, IGUARÁN, «PAQUITO», SÁNCHEZ LAGE, LUIS, ANSOLA, MARAÑÓN y HERMES GONZÁLEZ.

            En Valladolid sentó muy mal aquel resultado (que les condenaba a la 2ª división) apelando a las supuestas facilidades que los culés habrían ofrecido al reservar jugadores para evitar contratiempos en un partido que no tenía mayor transcendencia para ellos. Estaban pendientes del desempate que tres días más tarde iban a disputar frente al Hamburgo en Bruselas. Eran las semifinales de la Copa de Europa y el 1-0 de Barcelona junto al 2-1 de Hamburgo había provocado que se tuviese que disputar un encuentro de desempate el 3 de mayo para dilucidar el rival del Benfica en la final. El Barcelona contaba con una gran plantilla y los no habituales formaban un gran equipo, si bien jugadores como KUBALA, KOCSIS o LUIS SUÁREZ eran muy difíciles de reemplazar y de los que se enfrentaron al Oviedo, sólo GRACIA y CZIBOR jugaron tres días más tarde en Bruselas.

            Después llegaría la promoción frente al Celta. La ausencia por sanción de SÁNCHEZ LAGE -expulsado en Sevilla en encuentro copero frente al R. Betis- ponía cuesta arriba el objetivo, pero el 1-0 del partido de ida en Buenavista (4/06/1961) con gol de nuevo obra de LUIS, unido al empate 2-2 de la vuelta en Balaídos siete días después (ARTABE y ANSOLA anotaron los goles azules), harían posible la permanencia en la 1ª división.