UNA FORMACIÓN CON ONCE ASTURIANOS

            El 24 de mayo de 1981 se ponía fin a la temporada 1980/81 con un encuentro intrascendente que, no obstante, iba a pasar a la historia. El motivo no sería otro que el hecho de que la alineación inicial que presentó el Real Oviedo estuvo conformada en su totalidad por jugadores nacidos en Asturias.

            Los ovetenses viajaban al Plantío burgalés para enfrentarse al equipo local, con ambos conjuntos empatados a 35 puntos ocupando puestos en la zona media de la tabla clasificatoria de 2ª división “A” (10º y 11º, respectivamente), estando en juego únicamente ese décimo puesto, pues ni tan siquiera era matemáticamente posible alcanzar el noveno.

            El entrenador de los azules era por segunda temporada consecutiva el cántabro «Nando Yosu», que se despedía de la entidad carbayona. Y lo hizo alineando un once inicial compuesto en su integridad por futbolistas asturianos, en una convocatoria de quince en la que sólo había un jugador no nacido en Asturias, el zamorano «JAVI» (si bien casi avilesino, fichado por el Real Oviedo procedente del Ensidesa, equipo en cuya cantera se había formado). Saltaron de mano en la que sería una formación histórica: CAMUEL, ANTUÑA, VICENTE, ONDINA, «VILI», VALDÉS, PULGAR, «MANOLÍN», GARCÍA BARRERO, JAIME SERRANO y MARTÍN ROALES. El mencionado «JAVI» salió tras el descanso sustituyendo a JAIME SERRANO y JOSÉ CARLOS reemplazó a PULGAR cuando faltaban 15 minutos para el final del encuentro. Completaban la citación el portero reserva «VITI» y el defensa CASTRO.

            Al descanso el marcador reflejaba el resultado de 1-0 a favor de los locales, el viejo Burgos C.F. que poco tiempo después iba a desaparecer, dándole la vuelta los asturianos tras la reanudación merced a los goles anotados por MARTÍN ROALES (66’) y «JAVI» (69’), éste al transformar una pena máxima.

            Paradójicamente un hecho histórico como aquel tuvo lugar estando la entidad bajo la presidencia de Daniel García Yagüe, un mandato que se caracterizó por la abundante presencia de futbolistas foráneos que temporada tras temporada recalaban en el conjunto azul. Aquella plantilla tenía dos extranjeros (los argentinos DARÍO y OMAR) y siete jugadores españoles no asturianos (el catalán HERBERA, el madrileño «JAVI» García, el cántabro SAMOS, el valenciano DOMINGO, el vasco LARRAÑAGA y el mencionado zamorano de nacimiento «JAVI», además de un andaluz que por lesión no llegó a jugar ningún minuto en toda la temporada llamado ARANA).

            Entre la amplia lista de asturianos que conformaban el plantel oviedista aquella temporada la mayoría procedían del equipo filial, si bien no faltaban quienes tenían su pasado futbolístico forjado en otros equipos de la región, básicamente en la cantera avilesina del C.D. Ensidesa (CAMUEL, ANTUÑA o VALDÉS, por ejemplo) y quienes ostentando la condición de asturianos por nacimiento, habían recalado en el Real Oviedo tras un mayor o menor tránsito por diversos conjuntos de la geografía nacional (casos de BARRERO por el Valencia y el Racing de Santander o MARTÍN ROALES en el filial del R. Madrid).

            Así pues, aquel encuentro sin ningún interés aparente, terminaría haciéndose un hueco en la historia oviedista.